CBD, abreviatura de Cannabidiol, es uno de los más de 100 compuestos químicos denominados cannabinoides producidos por las plantas de cannabis, entre los que se además encuentran por ejemplo el THC (Tetrahidrocannabinol), el CBN (Cannabinol) y el CBG (Cannabigerol).
Se trata del segundo ingrediente activo con mayor predominancia en las plantas de cannabis, muy apreciado gracias a sus múltiples propiedades terapéuticas, pero que a diferencia del THC, no desarrolla efectos psicoactivos, es decir, no provoca el subidón característico que se suele asociar al consumo de cannabis.
Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2018:
El CBD no presenta en los seres humanos efectos que indiquen un potencial de abuso o dependencia. No existe evidencia de problemas relacionados con la salud pública asociados con el uso de CBD.
Esta característica es uno de los factores que ha convertido al CBD en un producto muy recurrido entre consumidores que buscan el tratamiento «lúcido» de algunos síntomas, utilizado principalmente en pacientes con dolor crónico, ansiedad, insomnio, en recuperación muscular, con síntomas de Parkinson o enfermedad de Crohn, entre muchas otras afecciones.
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¿Qué es el aceite de CBD?
El aceite de CBD es un extracto de plantas de marihuana o cáñamo obtenido mediante un proceso de prensado en frío, que además puede contener otros cannabinoides no psicoactivos, terpenos y flavonoides, los cuales luego son diluidos en aceites portadores como aceite de coco o de semillas de cáñamo.
Los terpenos por su parte son compuestos aromáticos que se encuentran en casi todas las especies de plantas y hierbas, es decir, son los responsables de que el pino huela a pino, la lavanda huela a lavanda y la cáscara de naranja huela a cáscara de naranja.
Particularmente en el cannabis se han identificado más de 200 terpenos diferentes en concentraciones y variedades mucho más altas que en otras plantas, con diversidades únicas.
Muchos de estos terpenos han sido clasificados además como bioactivos, lo que significa que reaccionan en el cuerpo al ingerirlos, dependiendo de la concentración y la forma de consumo.
Los terpenos se unen a los receptores de nuestro cerebro cuando los consumimos y esto produce una respuesta fisiológica que puede influir en la producción de diferentes neurotransmisores como dopamina y serotonina.
En otras palabras, algunos terpenos como el limonelo, el alfa-pineno o el myrceno, pueden tener un impacto positivo directo en nuestra salud física, mental y emocional.
Esta es la razón por la que se utilizan en aceites esenciales y aromaterapia, para ajustar el estado de ánimo, los niveles de estrés y otros indicadores de salud.
¿Qué es el efecto séquito?
El efecto séquito se podría definir como la interacción sinérgica entre los diversos compuestos del cannabis (cannabinoides, terpenos y flavonoides).
Para entenderlo mejor, habitualmente se cree sólo y nada más el THC es el que provoca el efecto psicoactivo al consumir cannabis, pero esta reacción puede verse modulada por los demás compuestos químicos propios de cada variedad.
Este efecto fue descrito por primera vez en 1998 por los profesores Raphael Mechoulam y Shimon Ben-Shabat, quienes descubrieron que la presencia de ciertos terpenos inhibía o fomentaba la unión a los receptores endocannabinoides del cuerpo.
Es decir entonces que un producto de CBD completamente aislado, podría ser menos beneficioso que un producto que combina CBD, otros cannabinoides y terpenos, el cual daría como resultado una experiencia terapéutica más completa para el usuario.
Beneficios del uso de aceite de CBD
El cuerpo humano contiene un sistema de autorregulación especializado llamado sistema endocannabinoide (ECS), que es el responsable de equilibrar de una variedad de funciones que incluyen el sueño, el apetito, el dolor y la respuesta del sistema inmunológico.
Como consecuencia, el cuerpo produce naturalmente sus propios cannabinoides (endocannabinoides), que son neurotransmisores que se unen a los receptores de cannabinoides del sistema nervioso para ejecutar un proceso denominado homeostasis, siendo este el mismo mecanismo que permite a cannabinoides derivados de las plantas (fitocannabinoides) como el CBD interactuar con nuestro organismo.
1. Ansiedad y depresión
La ansiedad y la depresión generalmente se tratan con medicamentos que pueden causar una serie de efectos secundarios que incluyen somnolencia, agitación, insomnio, disfunción sexual y dolor de cabeza.
El aceite de CBD se ha mostrado prometedor como tratamiento tanto para la depresión como para la ansiedad y estas cualidades están relacionadas con la capacidad del CBD para actuar sobre los receptores cerebrales de la serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo y el comportamiento social.
2. Sintomatología del cáncer
El CBD puede ayudar a reducir los síntomas relacionados con el cáncer, como la falta de apetito, ayudando a controlar también las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia, los cuales se encuentran entre los efectos secundarios más comunes relacionados a estos tratamientos.
3. Tratamiento del acné
El acné es una afección cutánea muy común causada por una serie de factores que incluyen disposición genética, bacterias, inflamación de la piel y sobreproducción de sebo, una secreción grasosa producida por las glándulas sebáceas de la piel.
Según estudios científicos recientes, el aceite de CBD podría ayudar a tratar el acné debido a sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para reducir naturalmente la producción de sebo.
4. Propiedades neuroprotectoras
Los investigadores creen que la capacidad del CBD para actuar sobre el sistema endocannabinoide y otros sistemas de señalización cerebral puede proporcionar múltiples beneficios a las personas con trastornos neurológicos.
De hecho, uno de los usos más estudiados del CBD es el tratamiento de la epilepsia y la esclerosis múltiple, ambos con resultados prometedores.
El CBD también se ha investigado por su eficacia potencial en el tratamiento de varias otras enfermedades como Parkinson y Alzheimer, ayudando a prevenir la neurodegeneración y el deterioro cognitivo.
Aceites portadores
Los aceites portadores son aquellos que se utilizan para diluir los aceites esenciales, los concentrados de materia prima vegetal que se obtienen directamente de plantas, raíces, flores y hojas.
Estos aceites son principalmente extraídos de olivas, cocos, girasoles, almendras o aguacates, denominados también aceites vegetales, siendo por lo general incoloros e inodoros, mimetizándose sin problemas con los aceites esenciales.
En el caso del CBD, su dilución es necesaria debido a su natural intensidad, que podría desarrollar reacciones no deseadas si lo consumimos en estado puro.
Al diluir el aceite CBD con aceites portadores, su fuerza de concentración se puede disminuir a porcentajes controlados que permitirán al cuerpo absorberlo con mayor facilidad dependiendo de cual sea la afección y la forma de consumo.
Los aceites portadores incorporan además una serie de beneficios propios como como vitaminas, nutrientes y ácidos grasos (omega 3).
Cómo escoger el mejor aceite de CBD
Si bien el aceite de CBD se ha convertido en una de las presentaciones más comunes, existen cientos de presentaciones, usos, dosis y observaciones a tener en cuenta para escoger el mejor formato.
Por supuesto, lo primero que debe considerar es por qué desearías tomar CBD y esto debería comenzar por consultar apropiadamente a un experto en la materia.
Sin embargo, hay una guía de preguntas que puedes hacerte para cuestionar si el producto que estás comprando es la mejor opción disponible en el mercado.
1. Origen del CBD
Muchos de los productos disponibles en el mercado con CBD provienen del cáñamo, no de la marihuana, por lo que el origen de estos cultivos puede ser muy importante.
En este sentido, es ideal buscar laboratorios y fabricantes que trabajen con cáñamos orgánicos, de cepas no transgénicas, que hayan sido cultivados preferiblemente en EEUU o Europa del Norte.
2. Análisis de resultados
Siempre es necesario verificar si se dispone de un análisis de resultados (COA), los cuales son realizados antes de la cosecha para verificar niveles de CBD, THC y/o pesticidas.
En este punto si el fabricante o la tienda minorista no dispone de esta información o se niega a compartirla, lo mejor será evitarlos.
Y para aún mayor seguridad sobre la calidad de un producto, en el mismo COA es posible verificar si el laboratorio cumple con los estándares «ISO 17025″.
3. Contenido de CBD
Busca productos que indiquen la concentración tanto de la botella como de las gotas de CBD expresado en miligramos y comenzar con productos que tengan dosis relativamente bajas.
Por otro lado, hay que poner atención a que el producto detalle el contenido total de «cannabinoides» que contiene, para determinar si se trata de aceite extraído de cáñamo con todo el conjunto de compuestos químicos de la planta o si el CBD ha sido aislado por completo. El primero se considera «espectro amplio» y el «segundo aislado».
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4. Terminología
Es importante conocer el significado de los términos utilizados en la etiqueta, por ejemplo, muchos productos de CBD vienen indicados como producidos a partir de una «extracción de CO2«.
Ahora, bien, dependiendo del tipo de extracción de CO2 utilizado, la técnica podría extraer no sólo CBD sino que también otros cannabinoides, lo cual no es necesariamente negativo, siempre que busque añadir beneficios adicionales a quien lo consume y/o las sinergias del efecto séquito.
Algunos productos de CBD también se describen a sí mismos como que incluyen o provienen de «aceite de cáñamo», que habitualmente se refiere al aceite elaborado a partir de las semillas de la planta y que por lo tanto solo posee cantidades muy pequeñas de CBD.
5. Evitar productos que exalten cualidades médicas
Realizar declaraciones de propiedades saludables, incluso menores, como tratar la jaqueca o usos antiinflamatorios, sólo es legal para los medicamentos recetados, que han sido sometidos a pruebas exhaustivas de eficacia y seguridad.
Y cuanto más dramática sea la afirmación, como la capacidad de curar el cáncer o el tratamiento de enfermedades cardíacas, más escéptico se debe ser.
Aceites Higea CBD
Ahora que ya hemos hablado de los diferentes conceptos y consideraciones al momento de comenzar a utilizar extractos de CBD, te presentamos la que consideramos puede ser la mejor alternativa para usuarios de todo tipo.
Se trata de Higea CBD, la primera gama de aceites enriquecidos con CBD pensados para un bienestar integral, elaborados en Holanda a partir de cultivos orgánicos certificados con los más altos estándares de calidad y pruebas de laboratorio.
Higea es la diosa de la curación y la sanidad, es por eso que dentro de su gama de productos han desarrollado diversas alternativas de aceites en concentraciones de 5, 10, 20 y 30%, formulados a partir de una extracción de espectro amplio con el «método CO2 supercrítico».
Es por esta razones que en Higea CBD podrás encontrar aceite enriquecido con CBD elaborado bajo las mayores garantías actuales, para que puedas obtener todos los beneficios del cannabis, sin los efectos psicoactivos del THC.