A comienzos del siglo XX, la farmacología atravesaba una era de exploración sistemática de los principios activos presentes en plantas y hongos, con la esperanza de encontrar nuevos tratamientos para enfermedades físicas y mentales.
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) anuncia la apertura de inscripciones para su innovador curso de extensión universitaria: «Psicodélicos en la sociedad del siglo XXI: farmacología, toxicología y terapéutica».
Según diversos investigadores de la tradición navideña, la leyenda de Santa Claus sería originalmente una interpretación de las prácticas rituales del pueblo Sami de Laponia en el Polo Norte.
Hasta hace algunos años, si comprabas un cartón de «ácido» podían pasar dos cosas, o tenías en tus manos LSD o te habían estafado y simplemente tenías un trozo de papel absorbente.
A menudo nos asumimos que los psicodélicos solo actúan en nuestro cerebro, el cual ha sido visto durante mucho tiempo como el repositorio de la conciencia, por lo tanto, parece una conclusión lógica.
La Dimetiltriptamina (DMT) es una sustancia psicodélica fascinante que se encuentra tanto en el reino vegetal como en el animal y que también puede ser sintetizada en laboratorios.
La influyente agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) ha confirmado recientemente que las esporas que producen los llamados hongos mágicos no están, por sí solas, prohibidas a nivel federal.
Este artículo, publicado en la International Journal of Neuropsychopharmacology busca revisar sistemáticamente cómo los agentes psicodélicos clásicos modulan la DMN, explorando sus posibles implicaciones terapéuticas.
Changa es una mezcla psicodélica diseñada para ser fumada que contiene N,N-dimetiltriptamina (DMT), inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) y otras hierbas naturales.
La legalización y desestigmatización de los psicodélicos está siendo alentada y apoyada cada vez más, con estudios e informes personales de sus efectos terapéuticos en pacientes con Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).