Las setas alucinógenas han jugado un papel importante en la evolución del ser humano. Multitud de pueblos indígenas de todo el mundo las han consumido en sus rituales durante siglos.
El árbol de cacao era símbolo de abundancia, gobernabilidad y ascendencia, además servía como un conducto metafórico por el cual las almas de los humanos y los dioses viajaban a través de la tierra, el cielo y el infierno.
La influyente agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) ha confirmado recientemente que las esporas que producen los llamados hongos mágicos no están, por sí solas, prohibidas a nivel federal.
Detennos si has escuchado esto: un hombre blanco ambicioso, valiente y pionero viaja a México en la década de 1950 y es invitado a una ceremonia de hongos con una curandera.
Según diversos investigadores de la tradición navideña, la leyenda de Santa Claus sería originalmente una interpretación de las prácticas rituales del pueblo Sami de Laponia en el Polo Norte.
La psilocibina, también conocida como 4-PO-DMT o 4-fosforiloxi-N,N-dimetiltriptamina, es un alcaloide perteneciente a la categoría de los triptamínicos, un compuesto psicodélico natural que ha sido identificado en más de 200 especies de hongos.
La nueva revolución psicodélica ha puesto a los hongos con psilocibina en el primer plano de las conversaciones sobre nuevos tratamientos que sean efectivos para la depresión, adicción y muchos otros problemas mentales.
Es probable que muchos de ustedes ya conozcan el 20 de abril (4/20) como el Día Internacional de la Marihuana o incluso el 19 de abril (4/19) como el Día de la Bicicleta, en honor a Albert Hofmann y su primer viaje con LSD.
Puede que no sepas su nombre, pero ciertamente has reparado en su parecido, el que le da a Mario la apariencia de un hongo, como si lo hubieran impreso en 3D desde el propio emoji.
¿Podría el «efecto séquito» desempeñar un papel en los efectos terapéuticos de los hongos de psilocibina, como se ha planteado con el cannabis?