Cuando Mario escucha a Mozart, en su cabeza aparece una sinfonía de colores.

Alicia asocia el olor del aire fresco a un rectángulo, mientras que el aroma del café tiene forma de nube.

Por su parte, Álvaro asegura “ver” su nombre en tonos rojos, porque empieza con la letra A.

Todos estos ejemplos no son fruto de una imaginación desbordante, sino de una configuración neurológica que combina la información procedente de distintos sentidos llamada sinestesia.

¿Qué es la sinestesia?

La medicina describió esta peculiar manera de sentir en el siglo XIX y recientemente la neurociencia ha profundizado en sus mecanismos, demostrando que, en cierta medida, todos los seres humanos somos un poco sinestésicos aunque no seamos conscientes de ello.

En resumen la sinestesia es una condición neurológica poco común en la que se perciben estímulos sensoriales en una forma diferente a la que se considera normal.

Más allá de ser una condición que afecta a una de cada 25 personas del planeta -es decir, es más frecuente que el autismo, a pesar de que se habla poco de ella-, la sinestesia tiene mucho que enseñarnos sobre el funcionamiento del cerebro humano.

Sin ir más lejos, investigadores de la Universidad de Sussex (Reino Unido) analizaron recientemente cómo reaccionaban las personas sinestésicas cuando se les mostraban palabras compuestas como paraguas, espantapájaros, baloncesto y arcoíris.

En concreto trabajaron con una veintena de sinestésicos grafema-color (GC), que hace que los números y las letras se identifiquen con colores específicos.

En el experimento debían identificar qué palabras tenían asociado un color y cuáles se vinculaban con dos.

Los resultados revelaron que a casi todas las palabras (el 75%) se les asignaban con dos colores y solo los términos compuestos de uso frecuente en el habla cotidiana tenían asociado un solo color.

De esto se desprende que el cerebro humano, tanto en sinestésicos como no sinestésicos, procesa las palabras compuestas como dos unidades si son poco comunes y como una unidad cuando son de uso cotidiano.

¿Cómo funciona el cerebro de un sinestésico?

Explorando el cerebro de los sinestésicos, los neurocientíficos también han aprendido que el funcionamiento de cerebro no es problemático sino más bien desproporcionado. Dicho de otro modo, tienen un cerebro hiperexcitable.

A nivel cerebral, la sinestesia implica una interacción entre diferentes áreas del cerebro que normalmente no se comunican entre sí, por lo que las personas sinestésicas tienen conexiones neuronales inusualmente fuertes entre regiones cerebrales específicas, lo que les permite experimentar percepciones cruzadas.

Estas conexiones neuronales pueden ser el resultado de una variación genética o de la plasticidad neuronal durante el desarrollo del cerebro.

En concreto, en el caso de la sinestesia grafema-color, para poner en marcha las neuronas de la corteza visual primaria -encargada de procesar lo que vemos- se necesitan muchos menos estímulos de los que se precisan para activar esas mismas células nerviosas en un cerebro normal.

Incluso es posible eliminar o aumentar las experiencias sinestésicas bajando o subiendo el umbral de excitación de las neuronas.

Con un menor umbral es más fácil que las neuronas se enciendan, y esto da acceso a una experiencia consciente del color cuando vemos letras o números.

Estimulando eléctricamente la corteza visual de sujetos “normales” se consigue mejorar la capacidad de su olfato.

A nivel básico, las estructuras cerebrales implicadas responsables de procesar la información de la vista y el olfato están conectadas en todos nosotros.

El cruce entre sentidos existe en todos los seres humanos, así que podemos ser considerados universalmente sinestésicos hasta cierto grado.

Esto nos conduce a una teoría según la cual los sinestésicos no experimentan asociaciones extraordinarias, sino que sencillamente se hacen conscientes de ellas mientras el resto de la población las ignora.

Dicho de otro modo, cualquier cerebro es capaz de conectar los estímulos captados por distintos sentidos, pero en 24 de cada 25 individuos esto sucede a un nivel inconsciente.

Estudiar a los sinestesia, por lo tanto, arroja luz sobre los mecanismos cerebrales que subyacen a la experiencia consciente de todos los seres humanos.

¿Qué tipos de sinestesia existen?

Existen muchos tipos de sinestesia, cada uno de los cuales implica una combinación única de sentidos y percepciones cruzadas.

A continuación, se describen algunos de los tipos de sinestesia más comunes:

1. Sinestesia grafema-color

En este tipo de sinestesia, la persona experimenta colores asociados con letras y números, en donde por ejemplo, la letra «A» se aprecia como roja, la «B» como azul y así sucesivamente.

Esta es una de las formas más comunes de sinestesia y se estima que afecta alrededor del 4% de la población.

2. Sinestesia auditiva-color

En este tipo de sinestesia, la persona experimenta colores asociados con sonidos. Por ejemplo, una nota musical se aprecia como un color específico.

La intensidad y el tono del sonido pueden influir en el color percibido.

3. Sinestesia auditiva-gustativa

En este tipo de sinestesia, la persona experimenta sabores asociados con sonidos. Por ejemplo, una nota musical se percibe como un sabor específico.

4. Sinestesia auditiva-olfativa

En este tipo de sinestesia, la persona experimenta olores asociados con sonidos, es decir una nota musical se percibe como un olor específico.

5. Sinestesia lexical-gustativa

En este tipo de sinestesia, la persona experimenta sabores asociados con palabras específicas. Por ejemplo, la palabra «perro» se percibe como un sabor específico.

6. Sinestesia espacial

En este tipo de sinestesia, la persona percibe los números, las letras y las palabras en un espacio específico en su mente.

Por ejemplo, el número 1 puede aparecer siempre en la esquina superior izquierda de su campo visual mental, mientras que el número 2 puede aparecer en la esquina superior derecha.

Esta forma de sinestesia es común entre las personas que tienen una memoria excepcional.

7. Sinestesia emocional

En este tipo de sinestesia, la persona experimenta emociones asociadas con estímulos sensoriales. Por ejemplo, el color rojo se aprecia como «enfadado» o «enérgico».

Esta forma de sinestesia puede estar relacionada con la percepción emocional y la empatía.

8. Sinestesia cinestésica

En este tipo de sinestesia, la persona experimenta sensaciones físicas asociadas con estímulos visuales o auditivos.

Por ejemplo, al ver un movimiento rápido, la persona puede experimentar una sensación de vértigo o mareo.

Esta forma de sinestesia es menos común que otras formas.

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