El renacimiento psicodélico moderno ha reavivado el interés por las nuevas aplicaciones terapéuticas de numerosos compuestos, entre ellos los hongos «Psilocybe cubensis», también conocidos como hongos mágicos, hongos con psilocibina u hongos psicodélicos.
Los hongos mágicos se han vuelto muy populares hoy en día por los supuestos beneficios de ingerir regularmente dosis mucho más bajas a lo que se requeriría para obtener una experiencia psicodélica completa, conocidas como «microdosis».
Aún más impresionante es su posible naturaleza sinérgica, reconocida como una especie de «efecto séquito micológico» (similar el efecto séquito del cannabis) logrado al combinar hongos con psilocibina con otros tipos de hongos y compuestos vitamínicos, como melena de león y niacina (B3), para impulsar la actividad cerebral.
El reconocido micólogo Paul Stamets ha sido uno de los principales impulsores de este método de optimización y actualmente se encuentra trabajando formalmente en el desarrollo de un suplemento nootrópico para micro-dosificadores.
A medida que continúa la investigación sobre sustancias psicodélicas como la psilocibina y sus aplicaciones en microdosis, en esta guía exploraremos el impacto potencial de los diferentes protocolos de microdosificaciones de psilocibina.
Contenido
- ¿Qué es una microdosis?
- La teoría del mono drogado
- Cómo la psilocibina llegó a Occidente
- La investigación psicodélica actual
- El panorama clínico actual de la microdosis
- Suplementos para una microdosis óptima
- El efecto séquito micológico y la niacina
- Investigando más sobre las microdosis
- Futuro de la microdosis de psilocibina
- ¿Qué es un protocolo de microdosis?
- Recomendamos
¿Qué es una microdosis?
La microdosificación o microdosis es la práctica de ingerir una dosis inferior al umbral perceptivo de una sustancia alucinógena, a veces en combinación con otros compuestos, con el objetivo de crear un efecto sinérgico.
A esos niveles, los efectos psicoactivos de esos compuestos son por lo general demasiado sutiles para ser detectados por la conciencia de los usuarios.
Sin embargo, constantes registros de experiencias directas revelan que su consumo potencia notablemente los sentidos y proporciona otros numerosos beneficios físicos y mentales.
En el caso de la microdosis de psilocibina, una décima de gramo (0,1 g) continúa facilitando los efectos positivos y en el caso del LSD, unos diez microgramos (10 mcg) parecen bastar para que también se produzcan efectos físicos y mentales positivos.
Lo cierto es que actualmente, la investigación clínica sobre microdosificación de compuestos psicodélicos es limitada y todavía está en curso.
Pero en última instancia, el volumen de referencias de los propios usuarios sigue aumentando, respaldado por los beneficios establecidos estudiados a dosis completas o «dosis de viaje».
Por dosis de viaje se entiende una dosis suficientemente alta como para producir los efectos alucinógenos y enteogénicos característicos del compuesto psicodélico en cuestión.
Así pues, las pruebas disponibles justifican la realización de ensayos aleatorios en gran escala, doble ciego y controlados por placebo, para descubrir y establecer los beneficios fisiológicos y psicológicos que ofrecen las microdosis.
La teoría del mono drogado
El reciente aumento de la popularidad de las microdosis con compuestos psicodélicos puede vincularse a los emprendedores de Silicon Valley, pero es posible que los primeros humanos hayan estado consumiendo pequeñas cantidades de hongos mágicos para mejorar su vista, obtener energía extra y aumentar su resistencia física al cazar.
En realidad, este tipo de optimización es la base de la «Teoría del Mono Drogado» postulada por los renombrados hermanos Dennis y Terrence McKenna, dos etnobotánicos que argumentan que los primeros humanos pudieron realizar su dramático «salto de conciencia» debido a los efectos positivos en la neurogénesis y la plasticidad neural exhibida por varios hongos, especialmente los psicodélicos.
El micólogo Paul Stamets afirma que, si bien la teoría es en la práctica una «hipótesis», ya que carece de pruebas empíricas que la respalden, continúa teniendo un mérito muy significativo.
La conexión entre los hongos y su relación con la evolución humana es profunda y abarca varios milenios.
Cómo la psilocibina llegó a Occidente
Sin embargo, la aparición más reciente de la psilocibina en occidente puede atribuirse en gran parte a figuras como Robert Gordon Wasson, que investigaron, consumieron y detallaron sus experiencias con hongos mágicos por primera vez para el público occidental.
Robert Wasson era el vicepresidente de relaciones públicas de J.P. Morgan cuando se convirtió en la primera persona en compartir públicamente su experiencia sobre el consumo de hongos de psilocibina en occidente a través de sus encuentros con la chamana mazateca María Sabina.
A través de su investigación, financiada por la CIA, el también consumado etnomicólogo hizo importantes avances en la sensibilización sobre el poderoso potencial terapéutico de los hongo de psilocibina.
En el ensayo fotográfico de 1957 «En Busca de los Hongos Mágicos», Wasson describe su viaje de 1955 a Oaxaca en México, en donde participó en un ritual sagrado mazateco en el que consumió el hongo sagrado con miembros de las tribus indígenas.
Repleto de fotos del famoso Allan Richardson de varias especies de hongos identificadas por el entonces director del Museo Nacional de Historia de Francia, el micólogo Roger Heim, Wasson se convirtió en la primer occidental en compartir un relato de primera mano de la profunda experiencia de consumir hongos psicodélicos.
El relato de Wasson fue poderoso y convincente, influenciando a figuras icónicas del movimiento psicodélico a viajar a México en busca de este hongo.
Entre dichas figuras se encontraba el legendario profesor de Harvard Dr. Timothy Leary.
Estos eventos finalmente se convertirían en una bola de nieve para los inicios de la investigación psicodélica de estos compuestos, que hoy, después de un doloroso período de prohibición, están finalmente empezando a resurgir.
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La investigación psicodélica actual
Las culturas indígenas han alineado sus tradiciones en torno al poderoso potencial de los hongos medicinales durante milenios, pero recién hoy, la investigación científica está finalmente empezando a ponerse al día.
Algunas de las investigaciones más prometedoras giran en torno a la capacidad de psicodélicos como la psilocibina para promover la plasticidad neuronal funcional y estructural, por ejemplo, al aumentar la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones neuronales.
Concretamente, se ha demostrado que la psilocibina por si sola, el compuesto activo de los hongos mágicos, causa neurogénesis en el hipocampo, una parte del cerebro que forma parte integral del aprendizaje y la memoria.
Además, se ha demostrado que la psilocibina modula las partes del cerebro que procesan el miedo, lo cual sería responsable de los notables efectos observados en pacientes con cáncer potencialmente mortal que superan su miedo a la muerte.
Esas pruebas relativas a los beneficios neurológicos de estos hongos ciertamente ofrecen un gran soporte de apoyo a la teoría del mono drogado.
Es posible que el aumento de la inteligencia emocional y la reducción de la respuesta de miedo obtenida al consumir hongos con psilocibina hayan catalizado la formación de líderes entre los grupos de humanos primitivos, ayudando a la especie humana a avanzar sobre otras especies en el reino animal.
Hoy en día, las investigaciones actuales muestran una inmensa promesa y utilidad clínica de la psilocibina en el tratamiento de la salud mental.
El Centro de Investigación Psicodélica de la Universidad John Hopkins, pionero en su clase, ha sido una importante fuerza motora en demostrar la eficacia de la psilocibina en el tratamiento de varios trastornos neurológicos.
Estos estudios han logrado demostrar efectos notables ante «dosis completas» de psilocibina, pero lamentablemente los estudios sobre el uso de «microdosis» aún son limitados, aunque los informes anecdóticos y los autoinformes del primer ensayo clínico son muy prometedores.
El panorama clínico actual de la microdosis
Hoy en día, todos, desde los techies de Silicon Valley hasta los espiritualistas y pacientes que padecen diversas afecciones de salud mental, están volviendo a mirar a los psicodélicos y las microdosis en particular para mejorar sus vidas.
Aunque la investigación clínica está todavía en sus inicios, se están realizando cada vez más ensayos a medida que los primeros informes comienzan a mostrar resultados positivos.
Cabe destacar que otro estudio realizado en el 2019 indicó que los sujetos que se sometían a microdosis informaron:
Se observa una mejora en el estado de ánimo (26,6%) y en la concentración (14,8%) y en términos de síntomas difíciles, como las molestias fisiológicas (18%) y el aumento de la ansiedad (6,7%).
Combinada con la investigación disponible sobre las dosis de «viaje», esta multitud de datos positivos reportados sobre el uso microdosis requiere fuertemente de ensayos clínicos a gran escala y de estándares sobre la utilidad clínica.
Suplementos para una microdosis óptima
Si bien existen diferentes protocolos de combinación o el uso de diferentes sustancias para crear sinergia y promover las propiedades beneficiosas de los compuestos complementarios de una fórmula, debe prestarse verdadera atención a la psilocibina.
En particular, en una fórmula promocionada recientemente por Paul Stamets, que añade tanto hongo de Melena de León, como niacina (vitamina B3).
Esto crea, en esencia, un efecto de séquito micológico entre hongos medicinales y una sinergia general entre los compuestos de la fórmula.
La melena de león es un hongo medicinal (no alucinógeno) que tiene cualidades neuroprotectoras legítimas y promueve la producción de factor de crecimiento nervioso.
Además, se considera un nootrópico dentro de las comunidades de afecciones mentales, ayudando a aliviar la depresión y la ansiedad.
Resulta interesante que la acción farmacológica del Psilocybe cubensis es tal que sustituye a la serotonina (5HT) en el cerebro y actúa como un neurotransmisor más eficaz, activando la neurogénesis, formando nuevas neuronas y por consiguiente, nuevas vías de conocimiento.
Stamets aboga por los beneficios de esta combinación, afirmando que es óptima para obtener los máximos beneficios del uso de microdosis.
Muchos han afirmado que la combinación de Stamets es eficaz para mejorar la cognición y el rendimiento y es muy fácil encontrar muchos relatos convincentes disponibles en Internet.
Expertos en sustancias nootrópicas de todo el mundo están pregonando los beneficios de la combinación de Stamets, afirmando varios beneficios notables.
Entre estos se encuentra su capacidad para estimular la producción de mielina, un factor clave en el crecimiento de las células nerviosas.
El efecto séquito micológico y la niacina
En combinación con las propiedades neurológicas de los hongos psilocybe, la melena de león (Hericium erinaceus) ayuda a crear una interacción sinérgica que contribuye a potenciar los beneficios de ambas sustancias.
La adición de niacina (vitamina B3), según sugiere Stamets, tiene dos vertientes. El primer beneficio se asocia con su propensión a crear un «rubor», ya que con una dosis de unos 100 mg, el cuerpo se pondrá visiblemente rojo y con una gran picazón.
Si bien esto es un poco incómodo, tiende a durar sólo de diez a veinte minutos. El rubor es una estimulación de los nervios periféricos del sistema nervioso y un componente crítico de la combinación de Stamets.
Además, se podría decir que la melena de león aumenta los efectos neurológicos generales. Si esto se convierte eventualmente en un tipo de medicamento convencional y prescrito, la niacina desalentaría el abuso.
Si alguien buscara drogarse, tomar suficiente cantidad de estas combinaciones equivaldría a una dosis muy alta de niacina y esto causaría una incomodidad general mucho más significativa.
Investigando más sobre las microdosis
Los beneficios de la microdosificación aún se están estudiando. Sin embargo, los usuarios suelen señalar un mayor nivel de empatía, efectos ansiolíticos y una interrupción de los bucles de pensamiento habituales.
Todo esto da lugar a un aumento de la creatividad y la capacidad de abordar problemas desde una perspectiva novedosa.
Este elemento de novedad parece estar atrayendo a la industria de la programación informática, quienes utilizarían microdosis para ver dificultades de programación desde nuevas perspectivas.
Además, artistas de todos los medios están a la vanguardia, utilizando estas sustancias para añadir nuevas dimensiones a sus esfuerzos artísticos.
Futuro de la microdosis de psilocibina
Con la emergente legalidad que rodea a los psicodélicos, la microdosis se está convirtiendo en un medio legítimo para abordar personalmente problemas de comportamiento, impulsar la creatividad, añadir mayores niveles de compasión a la interacción humana y desafiar las normas sociales.
Como se ha visto, la investigación detalla que los hongos mágicos tienen profundos efectos neurológicos que han sido estudiados y se ha encontrado que son terapéuticos.
¿Qué es un protocolo de microdosis?
Un protocolo se refiere simplemente a las pautas estructuradas de cuándo tomar una microdosis.
Hasta ahora, médicos y científicos han desarrollado seis variantes distintas en un intento de determinar el método más eficaz.
El protocolo más famoso, creado por el mismísimo «Padre de la Microdosis», el Dr. James Fadiman, es quizá el mejor punto de partida para los principiantes.
Ten en cuenta que cada enfoque tiene sus pros y sus contras y hay que estar abierto a las alternativas que puedan permitir una experiencia más satisfactoria.
1. Protocolo Fadiman de microdosis
El protocolo de Fadiman actúa principalmente como un experimento personal, ya que anima a los usuarios a observar los efectos en su cuerpo y mente a lo largo del programa, especialmente durante los días que no corresponde microdosis.
Este protocolo de 3 días funciona de la siguiente manera:
- Día 1: Microdosis
- Día 2: Día de transición
- Día 3: Día normal
- Ciclo: Continuar durante 4 a 8 semanas
- Reiniciar: Pausa de 2 a 4 semanas
Se aconseja a los principiantes que prueben primero el protocolo Fadiman durante un mes. De esta forma, se dispone de tiempo suficiente para decidir si el programa es adecuado o no.
Una pausa de dos a cuatro semanas después de completar el ciclo inicial evitará la tolerancia y permitirá disfrutar de todos los beneficios una vez que se reanude el ciclo.
2. Microdosis 2 días fijos por semana
Para algunos, el mayor inconveniente del protocolo de Fadiman es la falta de estructura semanal, ya que los días de microdosis difieren de una semana a otra, lo cual puede interferir con otras responsabilidades.
Esta alternativa elimina la imprevisibilidad al reservar dos días a la semana para microdosis.
Se aconseja mantener un día libre entre microdosis, según este calendario:
- Día 1: Primer día de microdosis (lunes)
- Día 2: Día de transición
- Día 3: Día normal
- Día 4: Segundo día de microdosis (jueves)
- Día 5: Día de transición
- Día 6: Día normal
- Día 7: Día normal
- Ciclo: Continuar durante 4 a 8 semanas
- Reiniciar: Pausa de 2 a 4 semanas
3. Microdosis cada 2 días
El tercer enfoque no se recomienda para todo el mundo y debe considerarse cuidadosamente.
Dicho esto, las investigaciones han demostrado que ciertos grupos, en particular los que sufren dolor o problemas de salud mental, se benefician más de la microdosis en días alternos.
El protocolo es tan sencillo como parece:
- Día 1: Microdosis
- Día 2: Día de transición
- Ciclo: Continuar durante 4 a 8 semanas
- Reiniciar: Pausa de 2 a 4 semanas
4. Microdosis nocturna
Este protocolo puede seguirse de acuerdo con el enfoque de día alterno o la programación de Fadiman, con la única diferencia de que la microdosis se toma por la noche.
Esta alternativa es la opción perfecta para aquellos que experimentan cierta fatiga diurna como resultado de los psicodélicos.
Aquellos que opten por el método de la microdosis nocturna deben consumirla una hora antes de ir a dormir.
Los informes indican que al hacerlo, los sueños son más vívidos y los usuarios se despiertan sintiéndose mucho más descansados y listos para enfrentarse al mundo.
5. Protocolo de capas o apilamiento de Stamets
El micólogo estadounidense Paul Stamets es una autoridad mundial en el campo del estudio de los hongos.
Ha dedicado toda su vida a la investigación de los hongos, ha publicado varios libros y ha desarrollado un protocolo único para microdosis, conocido como la el protocolo de capas o apilamiento de Stamets.
Este método consiste en la combinación de tres elementos: hongos con psilocibina, vitamina B3 (niacina) y hongo Melena de León.
Stamets cree que los compuestos extraídos de ambos hongos no sólo pueden crear nuevas vías neuronales, sino también reparar los daños existentes.
La niacina luego completa el trío para añadir entregabilidad, ayudando a distribuir las moléculas a través de nuestro cuerpo.
La fórmula sigue un ciclo de cuatro días de microdosis y tres días de descanso, tal como se detalla a continuación:
- Día 1 – 4: Microdosis consecutivas
- Día 5 – 7: Días de descanso
- Ciclo: Continuar hasta 1 mes
- Reiniciar: Pausar de 2 a 4 semanas
6. Microdosis intuitiva
Como su nombre indica, el protocolo intuitivo se refiere a un protocolo personal o individual de microdosis.
Por lo general, las personas con más experiencia, que ya han completado numerosos ciclos de los demás protocolos, tienden a cambiar a un enfoque más espontáneo: microdosis como y cuando sienten que es necesario.
La única regla recomendada con el protocolo intuitivo es dejar pasar al menos un día entre cada microdosis.