En el ultimo tiempo ha surgido un creciente interés sobre los usos y la eficacia de la psilocibina y el LSD para tratar problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad.

La legalización y desestigmatización de los psicodélicos está siendo alentada y apoyada cada vez más, especialmente por la comunidad de veteranos de guerra, con estudios e informes personales de sus efectos terapéuticos en pacientes con Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).

Una de estas sustancias es la 3,4-metil enedioxi metanfetamina, más conocida como MDMA, una droga psicoactiva fabricada sintéticamente.

Pero, cómo fue que empezó todo, por qué estas sustancias son diferentes de los tratamientos actuales y se convertirán en una nueva solución para el TEPT.

Breve historia sobre el MDMA

Coloquialmente conocida como Éxtasis, Molly o Mandy, la MDMA fue sintetizada por primera vez en 1912 por la compañía farmacéutica Merck.

Sin embargo, al igual que con muchas sustancias psicoactivas, el descubrimiento permaneció inactivo durante muchos años.

Décadas más tarde, un interés renovado sobre el MDMA se desarrollo gracias al inquisitivo químico Alexander Shulgin, quien sintetizó el MDMA como una prueba académica en los años 60′ e impulsado por uno de sus estudiantes, decidió probarla un par de años después.

Shulgin estaba intrigado por la experiencia y pensó que la MDMA podría ser eficaz en un entorno terapéutico, por lo que compartió sus ideas con psicólogos y psiquiatras de la Costa Oeste en Estados Unidos, lo que gatillo una oleada de investigaciones sobre los efectos terapéuticos del MDMA en las décadas de los 70′ y 80′.

Sin embargo, después del auge y caída de los psicodélicos en los años 60′ y principios de los 70′, la DEA continuó demostrando su ferviente interés en el bloqueo del uso de nuevas sustancias para tratar problemas de salud mental.

Esto llevó a la clasificación de MDMA en 1986 como una sustancia de Categoría I en Estados Unidos, ya que a pesar de los resultados clínicos prometedores, se consideró que el MDMA tenía un potencial de abuso extremo y no poseía ningún valor médico.

La prohibición, como siempre, tuvo el efecto contrario, el MDMA se volvió cada vez más popular y esto coincidió con la escena rave durante los años 90′ y a partir de entonces, a pesar de su estatus ilícito, su popularidad sigue siendo pronunciada.

Una mirada al TEPT y los tratamientos actuales

Cuando alguien experimenta un evento traumático como agresiones físicas o abuso, accidentes graves, guerra, duelo o tiene antecedentes familiares de trastornos psiquiátricos, tiene un mayor riesgo de desarrollar TEPT.

Los síntomas del TEPT incluyen escenas retrospectivas del evento traumático, pensamientos negativos intrusivos y rumiantes, depresión, pesadillas frecuentes y ansiedad intensa, una condición de salud mental que afecta a alrededor del 6 al 9% de los adultos estadounidenses.

Ex-soldados y veteranos militares, en particular, tienen una prevalencia increíblemente alta de TEPT, que causan hasta el 30% de ellos se vean afectados.

Los tratamientos actuales para el TEPT incluyen terapias cognitivas conductuales y de otro tipo, a veces combinadas con antidepresivos como los ISRS .

Sin embargo, estos enfoques no siempre funcionan, ya que los ISRS brindan efectos beneficiosos a solo la mitad de los pacientes, mientras que otros medicamentos como las benzodiazepinas (utilizadas para tratar la ansiedad) en realidad pueden empeorar los síntomas.

Los pacientes con depresión resistente al tratamiento suelen ser «inmunes» a los ISRS o tienen que abandonarlos debido a sus efectos secundarios.

En cuanto a la depresión, la terapia psicodélica parece representar un mejor enfoque para el tratamiento del TEPT, eclipsando  a los medicamentos actuales e incluso a las terapias clásicas como el Trastorno Cognitivo Comunicativo (TCC), que ha demostrado ser ineficiente en un grupo significativo de pacientes, en su mayoría veteranos afectados por el TEPT.

¿Cómo se explica el TEPT en el cerebro?

La evidencia de los estudios de imágenes cerebrales sugiere que el evento traumático en las raíces de la condición, a menudo ayudado por una predisposición genética al trastorno, desencadena cambios estructurales en algunas redes cerebrales entre las que se encuentra la «Red de Modo Predeterminado», que juega un papel importante en los estados depresivos. .

Estructuras cerebrales como la amígdala, el hipocampo y la corteza cingulada forman parte de dichas redes alteradas, que involucran a los principales neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y el glutamato.

En forma de efecto dominó, las redes alteradas afectan el sistema nervioso y alteran los niveles hormonales al actuar sobre el sistema endocrino.

Como resultado, las regiones del cerebro que controlan las emociones, como la amígdala, incrementan su actividad y desarrollan una mayor respuesta a los estímulos negativos, o los vuelven más subjetivos y personales de lo que realmente son.

Se cree que la psicoterapia asistida por psicodélicos actúa sobre estos cambios en la red neuronal y sobre las regiones cerebrales mencionadas.

Por ejemplo, se ha demostrado que el MDMA, utilizado junto con la psicoterapia, reduce el miedo y los estados de ánimo negativos relacionados con los malos recuerdos al disminuir la actividad de la amígdala.

¿Cuáles son los efectos del MDMA en el cerebro?

El MDMA induce profundos cambios en la percepción, la cognición y la conciencia en el cerebro, pero no se define como una sustancia psicodélica clásica, ya que el MDMA clasifica más bien como un «empatógeno«, una clase de sustancias que pueden provocar fuertes sentimientos de empatía en los usuarios.

Consumir MDMA provoca la liberación en el cerebro de neurotransmisores como serotonina, dopamina y noradrenalina, induciendo sentimientos de unión, amistad y empatía.

Por ahora, si bien la liberación de estos neurotransmisores parece ser responsable de los efectos de la MDMA, la farmacología aún sigue siendo «confusa» y su funcionamiento no se llegado a comprender por completo.

Sin embargo, la MDMA también se clasifica como «anfetamina«, ya que los usuarios también se sienten físicamente estimulados después de ingerirla, una de las principales razones por las que ganó gran popularidad en la escena de la música tecno, ya que permitía que la gente se quedara despierta bailando largas horas toda la noche.

En dosis moderadas a altas de MDMA, los efectos pueden durar de 3 a 6 horas, dependiendo de cómo se consuma. Algunos de ellos incluyen:

  • Euforia física
  • Desinhibición social
  • Aumento de la temperatura corporal
  • Sentimientos de deshidratación

Riesgos de consumir MDMA

Al igual que otros psicodélicos, cuando se consume en un entorno seguro y protegido, con una dosis adecuada, la MDMA generalmente provoca mínimos impactos negativos.

Sin embargo, los riegos del consumo de MDMA en un entorno recreativo son significativamente más altos.

La MDMA puede incrementar la temperatura corporal, la que será especialmente pronunciada si por ejemplo alguien baila durante largas horas.

Lo lógico aquí sería beber mucha agua. Sin embargo, algunos usuarios terminan bebiendo demasiada y sufren de lo que se conoce como intoxicación por agua (hiponatremia).

También se han detectado algunos riesgos al mezclar antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y MDMA, ya que ambas sustancias liberarán un nivel peligroso de serotonina, que puede conducir a una condición potencialmente mortal, el «síndrome de la serotonina«.

Usos terapéuticos del MDMA

Aunque la MDMA no se considera un psicodélico «clásico», debido a sus mecanismos de acción en el cerebro, sigue existiendo interés en cómo la MDMA podría ayudar a tratar problemas de salud mental.

Michael Mithoefer es un psiquiatra que se ha dedicado a investigar la eficacia de la MDMA en un entorno terapéutico durante los últimos veinte años y cree que el uso de estas sustancias puede ser particularmente útil:

La MDMA puede catalizar el procesamiento terapéutico al permitir que los pacientes se mantengan comprometidos emocionalmente mientras revisan experiencias traumáticas sin sentirse abrumados.

Recientemente, se publicó el primer estudio de fase III de MDMA para este tipo de casos con 91 pacientes con diagnóstico que fueron separados según si consumían MDMA o simplemente un placebo mientras recibían psicoterapia.

Los resultados fueron impresionantes, ya que los pacientes que recibieron MDMA redujeron significativamente los síntomas tanto del TEPT como de la depresión, algunos de los cuales habían estado siendo tratados con terapia tradicional desde hace más de una década.

Al mismo tiempo, se están realizando estudios con MDMA utilizada para ayudar a tratar trastornos de adicción.

A comienzos de 2021, se publicó el primer estudio de este tipo sobre los efectos de la MDMA en el trastorno por consumo de alcohol.

Estudios sobre el TEPT

Aunque la mayoría de los estudios pre-clínicos y clínicos sobre psicodélicos para pacientes con TEPT se realizaron en los últimos años, el origen de este enfoque se remonta a la década del 60′, cuando el psicoterapeuta Jan Bastiaans comenzó a administrar LSD y psilocibina a personas que padecían el «Síndrome del Superviviente», un tipo específico de TEPT que afecta a los sobrevivientes del holocausto.

Según el investigador, estas sustancias tenían la capacidad de «liberarlos», pero desafortunadamente, este enfoque fue considerado peligroso por otros psiquiatras, sin mencionar las leyes y regulaciones que prohibieron los psicodélicos en la década del 70′, lo que llevó  a que la investigación psicodélica se abandonara casi por completo.

Sin embargo, en las últimas décadas, la investigación psicodélica se expandió para el tratamiento de diversas afecciones de salud mental, incluida la depresión, el trastorno bipolar y el TEPT.

Diversos psicodélicos, incluidos el LSD, la psilocibina, la ketamina, la DMT y los cannabinoides, se están investigando como medicamentos para el TEPT, pero hasta ahora solo la MDMA está cerca de convertirse en un tratamiento certificado y aprobado para esta afección.

Numerosos estudios pre-clínicos e informes de usuarios de MDMA, en su mayoría veteranos, respaldan el potencial terapéutico de la terapia asistida por MDMA para el TEPT.

Este enfoque ahora se ha explorando en profundidad a través de ensayos clínicos, entre los que se encuentra el emocionante estudio de fase III realizado por MAPS.

Si los resultados de la segunda parte del estudio de Fase 3 son tan prometedores como los primeros, es muy probable que la MDMA sea el primer psicodélico aprobado por la FDA , inaugurando una nueva era de investigación en psicoterapia.

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