Mientras que los procesos neuronales son observables, medibles y cuantificables, la cualidad íntima de la experiencia, el rojo de un atardecer, la amargura de un desengaño, la textura emocional de un recuerdo, resiste toda objetivación.
La investigación analiza las dosis efectivas, tóxicas y letales en humanos y modelos animales, y considera además factores farmacogenéticos y contextuales que influyen en la respuesta individual frente a estas sustancias.
El estudio, publicado en Imaging Neuroscience, combina por primera vez técnicas avanzadas de neuroimagen funcional con mediciones fisiológicas para desentrañar los misterios de la experiencia psicodélica.
A comienzos del siglo XX, la farmacología atravesaba una era de exploración sistemática de los principios activos presentes en plantas y hongos, con la esperanza de encontrar nuevos tratamientos para enfermedades físicas y mentales.
En los últimos años, el interés por el uso terapéutico de sustancias psicodélicas ha crecido exponencialmente. Sin embargo, una pregunta sigue siendo crucial: ¿Cómo podemos preparar a las personas para estas experiencias profundas y a menudo desafiantes?
El libro ha sido estructurado para que cada capítulo pueda ser consultado de forma independiente, aunque desarrollado para que su lectura progresiva te permita una comprensión profunda y contextualizada del tema.
En los últimos años, los psicodélicos han pasado de ser sustancias asociadas con la contracultura y las experiencias espirituales a convertirse en un tema de interés científico por su potencial terapéutico.
Hasta hace algunos años, si comprabas un cartón de «ácido» podían pasar dos cosas, o tenías en tus manos LSD o te habían estafado y simplemente tenías un trozo de papel absorbente.
A menudo nos asumimos que los psicodélicos solo actúan en nuestro cerebro, el cual ha sido visto durante mucho tiempo como el repositorio de la conciencia, por lo tanto, parece una conclusión lógica.
Kelan Thomas, farmacéutico especialista en psiquiatría de la Universidad Touro en California es un científico particularmente preocupado por la interacción de los psicodélicos con antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS).
 
 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				