Hay momentos en los que sientes que tu cuerpo no está del todo en sintonía. Te sientes bien quizás… aunque no del todo. Te notas más cansado, o más irritable, o con menos energía, sin razón aparente. A veces los síntomas son silenciosos, pero tienen un mismo origen: el equilibrio hormonal.

En lugar de buscar soluciones extremas, las personas van recurriendo a lo natural, al poder de ciertas plantas que llevan funcionando muchos años y que poco a poco se van haciendo conocidas. Una de ellas es la ashwagandha, una raíz con larga historia en la medicina ayurvédica y que, gracias a sus propiedades adaptógenas, puede ayudar a nuestro organismo a regularse. ¿Cómo encontrar ese equilibrio que sentías perdido? Lo veremos en el siguiente apartado.

Ashwagandha y su impacto en el sistema hormonal

Cada persona experimenta el desequilibrio hormonal de distintas maneras: cambios de humor, fatiga, ciclos irregulares, etc. La ashwagandha actúa con su poder adaptógeno, es decir, como un regulador natural. A continuación, exploramos tres áreas clave donde esta raíz ha mostrado beneficios interesantes.

Un impulso para el bienestar masculino

En hombres, una de las propiedades más exploradas de la ashwagandha es su influencia sobre los niveles de testosterona, que están relacionados con fatiga, bajo rendimiento o estrés crónico. En un estudio cruzado y doble ciego, se suministró extracto de ashwagandha a un grupo de hombres que tenían fatiga, cansancio y bajos niveles sexuales. Tras 8 semanas de ingesta, este grupo experimentó mejoras en sus niveles de energía y un aumento de 14.7% en los niveles de testosterona. Al mejorar la respuesta al estrés y reducir el cortisol, se producen estos beneficios.

Ciclos menstruales más regulares

En mujeres, la ashwagandha se ha estudiado por su efecto en la regulación del ciclo menstrual, especialmente en mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP). El estrés prolongado puede afectar la producción de hormonas clave, como el estrógeno y la progesterona. Al actuar como modulador del sistema nervioso y del eje hormonal, esta raíz puede favorecer ciclos más regulares y reducir los síntomas asociados.

Apoyo para la tiroides

Otra área donde este adaptógeno brilla es en su influencia en la tiroides. Algunos estudios preliminares indicaron que la ashwagandha podría estimular la producción de T3 y T4, las principales hormonas tiroideas, especialmente en casos de hipotiroidismo subclínico. Sin embargo, no se debe tomar como un tratamiento médico, pues esta acción adaptógena solo se ha visto reflejada en casos leves.

En resumen, esta raíz milenaria no es un atajo ni se debe tomar como tratamiento médico, pero sí se puede introducir a una rutina diaria de cuidado por sus usos y beneficios. Hoy en día es posible encontrar suplementos de ashwagandha en formatos tan prácticos como comprimidos, cápsulas o incluso gominolas, facilitando su ingesta. Solo recuerda seguir las indicaciones del fabricante y ser constante para obtener los resultados esperados.

Autor

Director de contenidos en Zythos Media™. Redactor digital especializado en neurociencia y psicoactivos. Autor de los libros "Introducción a la Microdosis de Psilocibina" y "Guía Práctica para Catar Marihuana".

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