En una decisión histórica con resonancia mundial, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el indulto de miles de personas condenadas por el uso y posesión simple de marihuana en tierras federales y el Distrito de Columbia.

Esta medida se enmarca dentro de una serie de clemencias ejecutivas orientadas a corregir disparidades raciales en el sistema de justicia y es una continuación de una iniciativa similar que se llevó a cabo antes de las elecciones de mitad de período de 2022.

El indulto de Biden busca no solo aliviar a aquellos condenados bajo leyes federales ahora vistas como desproporcionadas, sino también señalar un cambio en la percepción y el tratamiento de los delitos relacionados con la marihuana a nivel nacional.

Biden declaró:

Los antecedentes penales por uso y posesión de marihuana han impuesto barreras innecesarias al empleo, la vivienda y las oportunidades educativas. Es hora de corregir estos errores.

Los indultos son un paso significativo hacia la reforma de las políticas sobre el cannabis, especialmente teniendo en cuenta que la marihuana sigue siendo una sustancia controlada bajo la ley federal estadounidense, a pesar de su legalización o despenalización en varios estados para algunos o todos los usos.

Los reguladores estadounidenses están considerando reclasificar el cannabis de la categoría de drogas que se consideran sin «uso médico aceptado actualmente y un alto potencial de abuso», conocidas como «Anexo I», a una categoría menos restrictiva, «Anexo III».

Este indulto no se aplica a aquellos que estuvieran en Estados Unidos ilegalmente en el momento de su ofensa.

Además, las personas cubiertas por el indulto necesitarán presentar solicitudes ante la oficina del abogado de indultos del Departamento de Justicia para recibir certificados de indulto que pueden usar para fines de vivienda y empleo.

El presidente Biden también reiteró su llamado a gobernadores y líderes locales para tomar medidas similares para borrar las condenas por marihuana.

Así como nadie debería estar en una prisión federal únicamente debido al uso o posesión de marihuana, nadie debería estar en una cárcel local o prisión estatal por esa razón tampoco.

Esta acción del presidente Biden resalta la tendencia global hacia una reconsideración de las políticas sobre el cannabis y otras drogas, buscando un enfoque más humano y menos punitivo, que considere los efectos perjudiciales que las condenas por drogas han tenido en la vida de millones de personas, especialmente en comunidades desfavorecidas y minoritarias.

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