Una cerveza elaborada con ingredientes alucinógenos derivados de semillas vegetales puede haber ayudado a los líderes de una cultura sudamericana a mantener su control político durante cientos de años, según una nueva investigación arqueológica.
Los Wari, que construyeron un imperio y gobernaron las tierras altas de lo que ahora es Perú desde el 600 hasta 1.000 DC, siendo predecesores de los Incas.
Las excavaciones arqueológicas en el sitio de Quilcapampa en el sur de Perú, que tuvieron lugar entre 2013 y 2017, han encontrado que la cultura Wari utilizó semillas del árbol de vilca y combinaron sus efectos alucinógenos con una cerveza sudamericana ancestral denominada chicha.
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Fiestas comunales y control político
Esta cerveza se servía a los invitados durante las fiestas comunales y permitía reforzar las relaciones sociales mientras se mantenía el control político Wari.
La investigación, publicada en la revista Antiquity, ha demostrado la primera evidencia de semillas de vilipa en un sitio arqueológico Wari.

El descubrimiento de vilca en Quilcapampa llena un vacío en la comprensión de cómo las diferentes civilizaciones utilizaban estas sustancias.
«Este fue un punto de inflexión en los Andes en términos de política y uso de alucinógenos», dijo el autor del estudio Matthew Biwer, profesor asistente visitante de arqueología en Dickinson College en Pensilvania.
Vemos este tipo de uso de alucinógenos en un contexto de uso diferente al de civilizaciones anteriores, que parecen haber protegido de cerca el uso de alucinógenos a unos pocos selectos, incluso durante el Imperio Inca, que enfatizó el consumo masivo de cerveza, pero no usaba sustancias psicotrópicas como la vilca durante sus celebraciones.
Los investigadores aún no han descubierto la razón detrás del colapso del Imperio Wari, pero estudiar los sitios Wari es revelar más sobre su gente.
El Imperio Wari se extendía desde el norte de Perú hasta el extremo sur cerca de la frontera con Chile y desde la costa hasta las zonas montañosas de los Andes. Es el primer ejemplo de un imperio a esta escala en América del Sur, el cual se derrumbó alrededor de 400 años antes del surgimiento del Imperio Inca.
Durante mucho tiempo se supo que los Wari usaban cerveza y banquetes como parte de su control político, pero la investigación ha demostrado su acceso a la vilca y su uso como alucinógeno.
Elaboración de chicha
Además, los científicos descubrieron evidencia de que los Wari estaban elaborando chicha en grandes cantidades.
Junto con los restos botánicos bien conservados, fueron encontradas vasijas cerámicas que indican que aquí es donde se celebraban estas fiestas, dicen los autores del estudio.
Los Wari agregaron vilca a la chicha para impresionar a sus invitados, quienes luego no podían retribuir la experiencia. Esto creaba un sentimiento de deuda entre anfitriones e invitados, probablemente de toda la región circundante. Argumentamos que el banquete, la cerveza y la vilipina fueron utilizados para crear y cimentar las conexiones sociales entre los pueblos bajo el dominio Wari y los lugareños a medida que el Imperio se expandía. También fue una forma para que los líderes Wari demostraran y mantuvieran el poder social, económico y político.
Los invitados de estas fiestas se habrían sentido obligados a reconocer el poder de sus anfitriones o sentir la necesidad de deberles un favor en el futuro, declara el estudio.
En los Andes, se sabe típicamente que esto ocurría por el consumo de chicha, carne de llama y vegetales como maíz y papas, así como otros alimentos y bebidas.
El uso de vilca, típicamente inhalada como tabaco o a través de una pipa, se remonta a al menos 4.000 años, indicado por una antigua pipa de esa época encontrada en el sitio de Inca Cueva en Argentina.
La droga también fue utilizada por aquellos en Tiwanaku, un sitio vecino en Bolivia, durante la época del gobierno Wari.
Rituales para dominar un imperio
Los hallazgos anteriores también mostraron que la vilca sólo se proporcionaba exclusivamente a algunos de sus habitantes más importantes y no estaba disponible para todo el mundo.

Los Wari, sin embargo, al parecer estaban añadiendo psicodélicos en su alcohol y compartiéndolo socialmente, mejorando efectivamente los efectos de ambas sustancias.
Este comportamiento inclusivo de las élites Wari no solo mostraba hospitalidad, sino que ofrecía una experiencia que no estaba ampliamente disponible en ningún otro lugar y que no podía ser replicada fácilmente por cualquiera que quisiera oponerse al control Wari.
Pueden haber experimentado sensaciones eufóricas o espirituales. Este tipo de bebida habría sido una experiencia muy poderosa para los huéspedes, quienes eran guiados en el viaje por sus anfitriones Wari.
Disponibilidad y acceso al árbol de Vilca
El árbol de Vilca crece en la región de Ayacucho, donde una vez estuvo la capital del Imperio Wari, así como partes de la región de Cusco a 400 kilómetros de Quilcapampa.
El imperio Wari estableció un sistema de carreteras -que luego los Incas reutilizaron posteriormente- para transportar personas y recursos.
Investigaciones anteriores han demostrado que los Wari también eran capaces de acceder a otros recursos naturales distantes, como conchas marinas, obsidiana y plumas amazónicas.
Diría que no habría sido accesible para todos, ya que redundaba en el interés de los líderes Wari por controlar el uso y el acceso a la vilca, pero no habría sido extremadamente difícil llevar vilca a Quilcapampa.
A continuación, Biwer y su equipo están ansiosos por continuar su búsqueda en otros sitios Wari en un valle costero en Perú.
Descubrir nuevos sitios podría ayudar a los investigadores a determinar cómo el cambio climático y la sequía podrían haber afectado a los Wari antes de que terminara su reinado.