Imagina que estás caminando por la calle, distraído en tus pensamientos, recordando un momento de tu infancia. En ese instante, un vehículo toca la bocina a tu lado y tu atención se dirige de inmediato al entorno.
Tu cerebro ha pasado en cuestión de segundos de la actividad de la red por defecto al control de la red ejecutiva, gracias a la intervención de la red de saliencia.
Esa transición, que sentimos tan natural, es en realidad una de las maravillas del cerebro humano. Nos permite movernos con fluidez entre los diferentes mundos de nuestra conciencia.
Desde el íntimo, donde soñamos y reflexionamos, al externo, donde actuamos y respondemos a lo inesperado.
Entender cómo funcionan estas redes es acercarnos a la esencia misma de lo que significa estar vivos, atentos y conscientes.
Contenido
El modelo de las tres grandes redes
Durante mucho tiempo, la neurociencia se centró en estudiar áreas específicas del cerebro y sus funciones aisladas.
Sin embargo, los avances en técnicas de neuroimagen, especialmente la resonancia magnética funcional en reposo, han revelado que el cerebro no trabaja como un conjunto de piezas independientes, sino como una red dinámica de sistemas interconectados.
Estos sistemas se activan y desactivan de manera coordinada dependiendo de lo que hacemos, sentimos o pensamos.
Entre las múltiples redes identificadas, tres destacan por su papel central en la organización de la cognición y la conciencia; hablamos de la Red por Defecto (DMN), la Red Ejecutiva Central (CEN) y la Red de Saliencia (SN).
Juntas forman lo que se conoce como el Modelo de las Tres Grandes Redes, considerado hoy un marco fundamental para entender la mente humana, la psicopatología y los efectos de los estados alterados de conciencia, incluidos los inducidos por psicodélicos.
La red por defecto
El cerebro nunca descansa realmente. Incluso cuando no estamos enfocados en una tarea externa, existe una red que mantiene la mente activa, la Red por Defecto o Default Mode Network (DMN).
Esta red se activa durante el reposo, cuando dejamos que los pensamientos fluyan sin control consciente, como al soñar despiertos, recordar experiencias pasadas o proyectarnos hacia el futuro.
Su actividad está relacionada con la memoria autobiográfica, la construcción de la identidad y los procesos introspectivos.
Los estudios con neuroimagen funcional han demostrado que la DMN se organiza principalmente en regiones como la corteza prefrontal medial, el precúneo y el hipocampo.
Curiosamente, esta red tiende a disminuir su actividad cuando el cerebro se enfrenta a una tarea cognitiva demandante, lo que revela un equilibrio dinámico entre los mundos interno y externo.
La red ejecutiva central
Cuando necesitamos resolver un problema, planificar una acción o concentrarnos en una tarea específica, entra en juego la Red Ejecutiva Central (CEN), también conocida como red frontoparietal.
Esta red involucra regiones como la corteza prefrontal dorsolateral y el lóbulo parietal posterior, y se considera esencial para el control cognitivo.
A diferencia de la DMN, la CEN se activa cuando prestamos atención dirigida al entorno y cuando realizamos operaciones mentales complejas. Su papel es sostener la memoria de trabajo, la toma de decisiones y el razonamiento.
En términos funcionales, la CEN y la DMN suelen alternar su protagonismo, como si fueran dos modos distintos de la mente que se relevan dependiendo de las circunstancias.
El conmutador entre reposo y acción
Entre estas dos redes se encuentra una tercera que cumple un rol fundamental: la Red de Saliencia (SN).
Situada en regiones como la ínsula anterior y la corteza cingulada anterior, esta red actúa como un detector de relevancia, evaluando constantemente qué estímulos internos o externos merecen prioridad.
Su función principal es la de un conmutador dinámico. Si surge un estímulo inesperado o emocionalmente cargado, la SN puede desactivar la DMN y activar la CEN para que la atención se dirija hacia el entorno.
De igual manera, en ausencia de demandas externas, puede favorecer el regreso al estado introspectivo de la red por defecto.
Esta capacidad de regulación convierte a la red de saliencia en un eje central para la adaptación y la flexibilidad cognitiva.
El modelo y su relevancia clínica
Este equilibrio dinámico entre la DMN, la CEN y la SN se conoce como el Modelo de las Tres Grandes Redes (Triple Network Model, Menon, 2011).
Según esta propuesta, muchos trastornos psiquiátricos y neurológicos como la depresión, la esquizofrenia o la adicción pueden entenderse como alteraciones en la interacción entre estas tres redes.
El interés en estas dinámicas ha cobrado fuerza también a partir del estudio de los psicodélicos.
Diversas investigaciones sugieren que sustancias como la psilocibina o el LSD reducen la rigidez de la DMN, favoreciendo una mayor conectividad entre redes, produciendo experiencias de disolución del ego y expansión de la conciencia.
Estos hallazgos han abierto nuevas vías de investigación para comprender cómo los psicodélicos podrían modular la organización funcional del cerebro y contribuir al tratamiento de trastornos resistentes a la terapia convencional.
Un cerebro que se equilibra entre mundos
El cerebro humano funciona como un sistema dinámico que oscila entre la introspección, la acción y la evaluación de relevancia.
La red por defecto sostiene nuestro mundo interior, la red ejecutiva central nos permite actuar en el mundo externo y la red de saliencia decide cuándo cambiar entre ambas.
Comprender este equilibrio no solo enriquece nuestra visión de la mente, sino que también abre nuevas perspectivas en la investigación clínica y en el estudio de los estados no ordinarios de conciencia, incluidos los inducidos por psicodélicos.
Referencias
- Menon, V. (2011). Large-scale brain networks and psychopathology: a unifying triple network model. Trends in Cognitive Sciences, 15(10), 483–506. https://doi.org/10.1016/j.tics.2011.08.003
- Carhart-Harris, R. L., Leech, R., Erritzoe, D., Williams, T. M., Stone, J. M., Evans, J., … & Nutt, D. J. (2012). Functional connectivity measures after psilocybin inform a novel hypothesis of early psychosis. Schizophrenia Bulletin, 39(6), 1343–1351. https://doi.org/10.1093/schbul/sbs117
- Gattuso, J. J. (2022). Psilocybin robustly decreases FC within the DMN and increases global brain connectivity. Irish Journal of Psychological Medicine, 39. https://doi.org/10.1017/ipm.2019.39
- Siegel, J. S., et al. (2024). Psilocybin desynchronizes the human brain. Nature. https://doi.org/10.1038/s41586-024-07624-5
- Reinwald, J. R., et al. (2023). Psilocybin-induced default mode network hypoconnectivity correlates with alcohol relapse intensity. Translational Psychiatry. https://doi.org/10.1038/s41398-023-02690-1
- Tagliazucchi, E., Carhart-Harris, R., Leech, R., Nutt, D., & Chialvo, D. R. (2014). Enhanced repertoire of brain dynamical states during the psychedelic experience. arXiv preprint. https://arxiv.org/abs/1405.6466
 
 
			
 
			 
			 
			 
			 
			 
			 
			