A pesar de su uso clínico como anestésico y antidepresivo, el efecto a largo plazo de la ketamina sobre las redes cerebrales sigue siendo en gran parte desconocido.
Si te has desmayado alguna vez, perteneces a una de esas 4 de cada 10 personas que han experimentado este episodio al menos en una ocasión a lo largo de su vida.
El cerebro humano, esa intrincada red de casi cien mil millones de neuronas y otro tanto de células no neuronales –astrocitos y oligodendrocitos, entre otros–, ha cautivado y desafiado a la comunidad científica durante siglos.