La Escala de Absorción de Tellegen (TAS) fue desarrollada originalmente por Tellegen y Atkinson en 1974 como parte del Cuestionario de Personalidad Diferencial (DPQ)  que consta de 300 ítems.

La escala mide la capacidad de una persona para centrarse profundamente en una tarea o experiencia, perdiendo temporalmente la conciencia de su entorno. Tiene 34 elementos con respuestas binarias («verdadero» o «falso»).

Tellegen definió a las personas con alta puntuación en esta escala como aquellas capaces de responder emocionalmente a estímulos como imágenes o sonidos, experimentar estados alterados de conciencia, tener recuerdos intensos y presentar síntomas asociados a experiencias místicas o parapsicológicas.

Definición de absorción

La absorción es descrita como un rasgo de personalidad que permite involucrarse profundamente en experiencias a través de la imaginación, llegando incluso a perder temporalmente la percepción del yo. La escala evalúa 9 categorías específicas:

1. Estímulos atrayentes

Se refiere a la sensibilidad estética y emocional frente a estímulos que suelen evocar admiración o belleza: el lenguaje poético, la contemplación de la naturaleza, la apreciación de texturas o formas artísticas.

2. Estímulos inductivos

Evalúa la capacidad de sumergirse y dejarse “llevar” por experiencias sensoriales audiovisuales o teatrales, perdiendo momentáneamente la conciencia del entorno. Incluye películas, música impactante o el acto de encarnar un personaje.

3. Pensamiento visual

Captura la tendencia a “pensar en imágenes” más que en palabras; visualizar ideas, recuerdos o sensaciones de forma casi pictórica.

4. Imágenes intensas

Mide la riqueza y la viveza de la imaginación: cuán realistas y duraderas son las escenas que uno crea en la mente al soñar despierto o imaginar situaciones.

5. Interferencias sensoriales

Se refiere a fenómenos sinestésicos: cuando un estímulo de un sentido (olor, textura, sonido) evoca automáticamente otro (color, música, sabor).

6. Inmersión mental

Describe la habilidad de concentrarse muy profundamente en un pensamiento, fantasía o actividad rutinaria, al punto de perder la noción del paso del tiempo o del entorno inmediato.

7. Revivir el pasado

Evalúa la intensidad y la vividez con que el sujeto evoca recuerdos autobiográficos, hasta sentirlos casi presentes en cuerpo y emoción.

8. Expansión de la conciencia

Se centra en experiencias de trascendencia, misticismo o conexiones “universales”: sensación de que el yo se diluye y se amplía hacia lo colectivo o lo espiritual.

9. Estados alterados de conciencia

Incluye vivencias de trance, disociación leve o sensaciones de ser “otro” por un momento: cambios temporales de identidad, percepción o del sentido de realidad.

Contextos de uso

Esta categorización es orientativa y su uso debe ajustarse al contexto: clínico, educativo, artístico o experimental. En investigación, esta clasificación permite establecer correlaciones con otras variables psicológicas (como creatividad, disociación, espiritualidad o sugestionabilidad).

En contextos clínicos, un alto nivel de absorción no implica patología, pero puede relacionarse con mayor vulnerabilidad a ciertos trastornos (como trastornos disociativos o de conversión) dependiendo del resto del perfil clínico.

Consideraciones previas

Este cuestionario tiene como objetivo ayudarte a explorar y reconocer tus distintas formas de involucrarte profundamente, sin emitir juicios ni buscar respuestas “correctas” o “equivocadas”.

Recuerda momentos en que sentiste que tu mente “se expandía” ante un paisaje, que imaginaste escenas con tanta viveza que parecían reales, o que un olor, un sonido o una textura evocó en ti sensaciones cruzadas (sinestesia).

No te concentres en un solo episodio, sino en el conjunto de vivencias en diferentes ámbitos: arte, naturaleza, recuerdos o fantasías.

Para cada afirmación, responde “Sí” si has experimentado esa forma de absorción alguna vez, o “No” si no. Piensa en tu tendencia habitual, tanto en experiencias breves como en estados más prolongados de inmersión mental.

Responde con honestidad y según tu percepción; este test es un reflejo personal de tu nivel de absorción y puede servirte para comprender mejor cómo te sumerges en tus propias vivencias.

Tomar el cuestionario TAS

Responde todas las preguntas.

1. 
A veces me siento y vivo las cosas como cuando era niño.

2. 
Puede conmoverme mucho el lenguaje poético o elocuente.

3. 
Me llego a implicar tanto al ver una película, un programa de televisión o una función que me olvido de mí mismo y de lo que me rodea y vivo la historia como si formara parte de ella.

4. 
Si miro fijamente una imagen y después retiro la vista, a veces parece como si siguiera viéndola.

5. 
A veces siento como si mi mente pudiera abarcar el mundo entero.

6. 
Me gusta observar cómo las nubes cambian de forma en el cielo.

7. 
Si lo deseo, puedo imaginar o soñar despierto con algunas cosas de un modo tan intenso que retienen mi atención como si se tratara de una narración.

8. 
Creo que realmente sé a qué se refieren las personas que hablan sobre las experiencias místicas.

9. 
En ocasiones dejo de ser yo mismo y experimento un estado mental diferente.

10. 
Los materiales como la lana, la arena, la madera, a veces me recuerdan colores o música.

11. 
A veces experimento las cosas como si fueran doblemente reales.

12. 
Cuando escucho música, puedo quedarme tan absorto en ella que no me dé cuenta de nada más.

13. 
Si lo deseo, puedo imaginar que mi cuerpo es tan pesado que no podría moverlo aunque quisiera.

14. 
A menudo puedo percibir de algún modo la presencia de otra persona antes de verla u oírla.

15. 
El crepitar de las llamas de una chimenea estimula mi imaginación.

16. 
A veces es posible para mí estar completamente enfrascado en la naturaleza o en el arte y sentir como si mi estado mental hubiera cambiado temporalmente.

17. 
Los colores tienen significados especiales y distintivos para mí.

18. 
Puedo ensimismarme mientras realizo una tarea rutinaria y descubrir unos minutos más tarde que la he terminado.

19. 
A veces puedo recordar ciertas experiencias de mi pasado con tanta claridad que es casi como si estuviera reviviéndolas.

20. 
Cosas que para otros parecen no tener sentido a menudo lo tienen para mí.

21. 
Si actuara en una representación, creo que podría sentir las emociones de mi personaje y “convertirme” en él por un tiempo, olvidándome de mí mismo y del público.

22. 
Mis pensamientos a menudo no me vienen en palabras, sino en imágenes.

23. 
Suelo disfrutar con pequeñas cosas (como la forma de estrella de cinco puntas que aparece cuando cortas una manzana por el corazón, o los colores que se forman en las pompas de jabón).

24. 
Cuando escucho música impactante, a veces me siento como transportado.

25. 
A veces puedo convertir el ruido en música por mi forma de escucharlo.

26. 
Ciertos perfumes y aromas evocan algunos de mis recuerdos más intensos.

27. 
Algunas melodías me recuerdan imágenes o patrones de color en movimiento.

28. 
A menudo sé lo que alguien va a decir antes de que se exprese.

29. 
Con frecuencia tengo “recuerdos físicos”; por ejemplo, después de haber estado nadando, puedo sentir como si todavía estuviera en el agua.

30. 
El sonido de una voz puede ser tan fascinante para mí que podría seguir escuchándola eternamente.

31. 
A veces, de algún modo siento la presencia de alguien que no se encuentra físicamente ahí.

32. 
A veces, me vienen pensamientos e imágenes sin esforzarme en absoluto.

33. 
Siento que los olores tienen diferentes colores.

34. 
Una puesta de sol puede conmoverme profundamente.

Autor

Director de contenidos en Zythos Media™. Redactor digital especializado en neurociencia y psicoactivos. Autor de los libros "Introducción a la Microdosis de Psilocibina" y "Guía Práctica para Catar Marihuana".

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